Esto es muy sencillo: una suscripción y un blog. Nada más. Ahí encontrarás todo lo que necesitas para mejorar tus habilidades comunicativas.

Y te diré tres cosas antes de que continúes:

Uno. Me producen urticaria los supuestos métodos con el nombre de su creador para aprender a hablar en público. Hablar bien es un trabajo diario e infinito, siempre hay algo que mejorar, incluso si llevas años haciéndolo (yo incluido; tengo mucho que aprender, no voy a negártelo).

Dos. Me llevo mal con los que van de profesionales reputados que necesitan mostrar todas las empresas con las que (supuestamente) trabajan. No es mi rollo. Siempre colaboro con mis clientes con la máxima discreción. Contigo también, por supuesto.

Tres. No hay trucos. Te daré las mejores herramientas y te ayudaré a controlar los nervios, pero eres tú quien debe preocuparse de lo más importante: pasar a la acción y ponerte a hablar.